Entre la autoridad y la manipulacion

La linea que separa el ejercicio de la autoridad y la manipulación es tenue y cruzarla es altamente seductor. A menudo la traspasan tanto quienes ejercen autoridad como quienes esperan directrices.

No es lo mismo ejercer autoridad que ser autoridad. Pero quienes no distinguen la diferencia facilmente sucumben en las trampas de la manipulación. Ambos, manipuladores y manipulados.
Quien es autoridad la ejerce en pro del bien común. Quien no lo es, aunque se le coloque en un sitio encumbrado, no tienen autoridad ni sabe ejercerla...entonces por defecto recurrirá a la manipulación.

...La gente se admiraba de su doctrina; porque les ensenaba como quien tiene autoridad y no como los escribas. (*)

En qué consiste tener autoridad? Como solía enseñar Jaime Barylko, alguien que tiene autoridad es porque es autor de lo que dice. En eso se basaba la gente que escuchó a Jesús hablar de si mismo y de sus hechos. Sus hechos eran en si... él mismo.
Dios es LA autoridad.
La manipulación es la evidencia de la falta de autoridad.
Manipular es usar al otro para conseguir deseos personales. Es succionarlo para satisfacer ambiciones particulares. Es la acción del egoísmo.
La amenaza, el miedo, la obsecuencia, la extra ponderación... son las clásicas herramientas del que simula ser, tener y ejercer autoridad y no lo es, ni la tiene, ni sabe ejercerla.
No necesita pregonar que la tiene al que es autoridad. Tampoco necesita demandarla. Porque cuando se es autoridad... se nota y se respeta.

Nota:
(*) Mateo 7:28 y 29